El llamamiento a Turquía en la resolución titulada “Situación en Siria” aprobada por el Parlamento Europeo ayer (15 de marzo) es un nuevo indicio de cuánto lejos está el Parlamento Europeo de las realidades. Con esta Resolución, el Parlamento Europeo ha demostrado una vez más que tiene un punto de vista parcial que está bien lejos de ser objetivo.

La Operación Rama de Olivo es una operación antiterrorista. La operación se está llevando a cabo sobre la base del derecho internacional y de conformidad con el derecho a la defensa propia, tal como se establece en el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones pertinentes sobre la lucha contra el terrorismo del Consejo de Seguridad, así como respetando plenamente la integridad territorial de Siria.

El blanco de la operación es la organización terrorista PKK/ KCK/ PYD-YPG desplegados en la región de Afrín, así como elementos de DAESH establecidos en esta región provenientes de diferentes partes de Siria. El PKK está catalogado como una organización terrorista por la UE. En este sentido, la operación tiene una legitimidad internacional, no sólo para garantizar la seguridad nacional de Turquía sino también la de Europa.

Estas acusaciones están dirigidas a Turquía, quien toma todas las precauciones para evitar cualquier daño a la población civil. No hay excusa para que el Parlamento Europeo otorgue crédito a las afirmaciones infundadas de la organización terrorista e ignore los esfuerzos de Turquía para combatir el terrorismo.

Es imposible que reconozcamos la resolución del Parlamento Europeo cuyo historial de tolerancia hacia las organizaciones terroristas es bien conocida. Turquía está decidida a seguir luchando contra todo tipo de organizaciones terroristas como lo ha hecho hasta ahora.

Turquía es uno de los países que se esfuerza al máximo para poner fin a la tragedia humanitaria en Siria, especialmente en el Ghouta oriental, y para disminuir las tensiones en otras regiones, incluida Idlib, así como para establecer la calma en el terreno. También desempeña un papel pionero en el apoyo y la contribución a resolver la crisis en Siria por un proceso político.

En este contexto, Turquía invita al Parlamento Europeo y a los países de la UE a asumir su responsabilidad y a contribuir de forma significativa para poner fin a la larga crisis de siete años en Siria y obrar por el cese del conflicto en el terreno.