Las conclusiones del Consejo de Asuntos Generales de la UE sobre Turquía adoptadas en su reunión del 26 de junio de 2018 son una manifestación más de la actitud prejuiciosa e injusta de la UE hacia Turquía.

Aunque estas conclusiones no prejuzgan el estatuto de candidato de Turquía, el hecho de que nuestro proceso de adhesión esté vinculado a nuevas condiciones dentro de una lógica de causa y efecto sin fundamento, es totalmente inaceptable.

Además, poner condiciones a la actualización de la Unión Aduanera, que serviría a los intereses tanto de Turquía como de la UE, tampoco tiene sentido.

Una vez más, la UE no ha sido justa y honesta con Turquía. A pesar de esta actitud de la UE, alegar que es Turquía quien se está alejando del proceso es hipócrita e inconsistente.