Hemos examinado el capítulo sobre Turquía del "Informe 2019 sobre la Libertad Religiosa Internacional" publicado por la Comisión de los EE.UU. sobre Libertad Religiosa Internacional. Este informe se publica anualmente por dicha comisión para hacer recomendaciones de políticas al gobierno de los EE.UU. con respecto a las libertades religiosas.

La mención en el informe de la organización Terrorista Fetullah (FETO) como "musulmanes sunitas" que enfrentan la persecución, revela desde el principio cuán parcial y distante está de la realidad este informe y cómo se elaboró ​​bajo la influencia de ciertas fuentes del mal. La representación de FETO como "Gülen y sus seguidores acusados ​​por el gobierno turco del intento de golpe" es equivalente a tolerar el terrorismo, en vista de decenas de fallos judiciales que lo establecen como una organización terrorista.

La declaración conjunta publicada el año pasado por los representantes de las comunidades religiosas de Turquía, proclamando que viven sin ser sometidos a ninguna presión, es la mejor confirmación del clima de libertad religiosa en Turquía. Las alegaciones sin fundamento en el informe de que dicha declaración, que fue firmada por el Patriarca Griego Ortodoxo, el Vicario General del Patriarca Armenio de Turquía, el Gran Rabino de Turquía y representantes siríacos, caldeos y protestantes, "puede haber sido coordinada" por nuestra Gobierno, exponen los motivos políticos detrás del informe.

Es una contradicción del gobierno y del Congreso de los EE.UU. de criticar a Turquía, cuando no han podido llegar a aceptar la elección de miembros musulmanes a la Cámara de Representantes, demostrar la voluntad de luchar contra la islamofobia y prevenir los ataques contra sus propias minorías.

Durante este difícil período durante el cual la amenaza que representan las organizaciones terroristas contra las libertades religiosas está en su apogeo, Turquía es un ejemplo para el mundo con su sociedad en la que varias religiones y creencias coexisten pacíficamente.