Rechazamos la resolución H.R.296 titulada "Affirming the United States Record on the Armenian Genocide" (Afirmar el historial de los Estados Unidos sobre el genocidio armenio), adoptada hoy por la Cámara de Representantes de los Estados Unidos como expresión del sentido de este último.

La resolución que aparentemente ha sido redactada y emitida para el consumo doméstico carece de base histórica o jurídica.

La resolución en sí tampoco es jurídicamente vinculante. Como paso político sin sentido, sus únicos destinatarios son los grupos de presión armenios y los grupos anti-Turquía.

Aquellos que se sintieron derrotados por no poder anticiparse a la Operación Fuente de Paz estarían muy equivocados si pensaran que podrían vengarse de esta manera.

Puesto que a los ojos del Gobierno y del pueblo turcos, esta resolución es totalmente nula y sin valor.

No puede haber más engaño que un intento de reescribir la historia según el "sentido" de un organismo político.

La resolución, en su forma actual, es contraria al derecho estadounidense y al derecho internacional, ya que es una incriminación contra los principios definidos en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948. No hay veredicto de un tribunal competente en relación con los hechos de 1915 que establecen el delito de genocidio. Por el contrario, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictó una sentencia histórica que estipula que los acontecimientos de 1915 constituyen un tema legítimo de debate.

Por lo tanto, el debate sobre los hechos ocurridos en 1915 pertenece al ámbito de la historia, no al de la política.

Cabe recordar que la propuesta de Turquía sobre el establecimiento de una Comisión Histórica Conjunta formulada en 2005 fue rechazada por la parte armenia.

La Administración y los políticos de los Estados Unidos, así como el pueblo estadounidense, están en la mejor posición para considerar los daños que esta resolución que busca desbaratar los lazos entre Turquía y los Estados Unidos inflige y infligirá a los intereses de los Estados Unidos en un momento extremadamente frágil en términos de seguridad internacional y regional; por otra parte, también se observa que la actitud de la Administración de los Estados Unidos con respecto a los acontecimientos de 1915 sigue siendo la misma.

Sin duda, esta resolución afectará negativamente la imagen de Estados Unidos ante la opinión pública turca, ya que también desacredita la dignidad de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Creemos que los amigos estadounidenses de Turquía que apoyan la continuación de la alianza y las relaciones amistosas cuestionarán este grave error y los responsables serán juzgados por la conciencia del pueblo estadounidense.