Las declaraciones del 14 de marzo del Ministro de Asuntos Exteriores de Grecia Dendias sobre las redes sociales son pruebas concretas de las políticas incoherentes, de doble rasero, ilegales e inhumanas llevadas a cabo por este país.

Grecia no protege las fronteras de la Unión Europea, sino que, por el contrario, pisotea vergonzosamente los mismos principios y valores sobre los que se construyó esta Unión, tratando a los solicitantes de asilo que llegan a sus puertas como enemigos en lugar de seres humanos, utilizando gas, balas y pesticidas sobre ellos, sin dejar de lado a las mujeres y a los niños, obligando a los solicitantes de asilo que entraron en el territorio griego a regresar a Turquía semidesnudos, tomándose su dinero y sus pertenencias, lo que recuerdan las prácticas de los nazis.

Grecia está violando simultáneamente todos los instrumentos legales como la Convención Europea de Derechos Humanos, la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas y la Convención contra la Tortura de las Naciones Unidas, haciendo caso omiso del derecho internacional, los derechos humanos y los valores europeos, sobre los que sigue insistiendo. Los principios básicos relativos a la protección de los refugiados y solicitantes de asilo no deben diferir según las necesidades diarias de nuestro vecino. Nada de lo que ocurre en Meriç se ajusta a la humanidad y a la vecindad.

Además, el Ministro Dendias parece haber olvidado completamente los actos y declaraciones de su país cuando Macedonia del Norte cerró sus fronteras a los migrantes hace cuatro años.

Los intentos de Grecia, que no parece ser capaz de abordar los problemas con un punto de vista integral y humanitario, de abusar de la UE y de los solicitantes de asilo como herramientas para sus intereses políticos a corto plazo son la principal fuente de los problemas de nuestra región.

Por otra parte, el Ministro Dendias también se equivoca sobre la cuestión de Libia. Porque Grecia, con sus pretensiones maximalistas de jurisdicción marítima contrarias al derecho internacional, no solamente violó los derechos de Turquía, sino también los de Libia. Los memorandos de entendimiento a los que llegamos con el Gobierno legítimo de Libia no representan meramente los intereses de un determinado grupo, sino de todo el pueblo libio. Si Grecia desea plantear una cuestión, debe hacerlo en torno a una mesa con Turquía y el Gobierno legítimo de Libia, en lugar de hacer difamaciones.

Aunque identifica a la minoría griega de Albania como la minoría nacional griega, también es hipócrita que Grecia no llame turca a la minoría turca de Grecia. El Ministro Dendias parece haber olvidado que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha constatado múltiples violaciones por parte de Grecia a este respecto.

Nuestro deseo es poder encontrar soluciones racionales y comunes a todos los desafíos de nuestra región en un marco de relaciones de buena vecindad y cooperación, sin recurrir a juegos de acusaciones.