Aquellos que piensen que han trazado líneas rojas contra la justa causa de Turquía en el Mediterráneo oriental, sólo se enfrentarán a la firme postura de Turquía.

Si hay una línea roja en la región, sólo puede tratarse de los derechos de Turquía y de los turcochipriotas derivados del derecho internacional.

Ya es hora de que aquellos que se hacen ilusiones de grandeza se enfrenten a la realidad. La era de definir concepciones imperialistas trazando líneas en los mapas ya ha pasado.

Turquía es plenamente capaz de disuadir a cualquiera que intente usurpar por la fuerza sus derechos e intereses legítimos enviando una “armada”.

En esta ocasión queremos recordar que las diferencias en el Mediterráneo oriental se resolverán sobre la base de la equidad, no mediante incitaciones de agentes no regionales, sino únicamente mediante el diálogo y la cooperación entre los Estados ribereños.